Implicación de la familia en la escuela.

Las familias hacen por sus hijos todo lo que pueden, algunas incluso más, para facilitar el proceso de enseñanza aprendizaje. Familia y escuela debemos ir en la misma dirección con nuestro alumnado para garantizar un óptimo desarrollo de sus competencias y habilidades.

Cuando nos encontramos con un caso en el que alumno presenta NEE, la coordinación, cooperación y respeto mutuo  es  fundamental. Debemos reconocer siempre la gran labor del otro, con la finalidad de complementar nuestra tarea.

 Partiendo de estos principios de respeto, colaboración, confianza y coordinación estaremos preparados familia y escuela para llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje que forme y socialice, garantizando el máximo desarrollo de las potencialidades de nuestro alumnado.

Una forma de garantizar la inclusión en la educación sería establecer vías de cooperación, apoyo y participación con las familias a través de los diferentes medios con los que contamos en nuestra comunidad (servicios de salud, asociaciones, actividades del AMPA…).

Una vez identificadas las necesidades educativas de nuestro alumnado, las características individuales; deberemos establecer cauces de comunicación de las familias.

La participación de las familias en distintas actividades del centro, facilita la puesta en común de posturas.

Una actividad en la que podemos implicar a las familias, sería la realización de reuniones mensuales en las que profesorado y padres-madres-tutores, contando con  la presencia de expertos de las diferentes asociaciones, hiciésemos una puesta en común de los logros y dificultades encontrados partiendo de las directrices marcadas al inicio del curso, siempre en estrecha colaboración con el Departamento de Orientación, profesorado, familias y especialistas de las distintas asociaciones implicadas.